sábado, enero 16, 2010

La historia sin Fin…

Veloz como relámpago va por la pradera cabalgando a lomos de su inseparable amigo Arthax el legendario Atreyu, guerrero de la tribu de los pieles verdes, cazador del búfalo púrpura, resistiéndose a ser devorado por la oscuridad que lo persigue y presto a cumplir la misión que se le ha encomendado: salvar su mundo.

“Fantasía”, la tierra de aguas cristalinas, ciudades de plata y oníricos paisajes que una vez fue habitada por hadas, dragones, duendes, sirenas, caballeros y magos está en grave peligro. Aquella que fue creada por la imaginación, los sueños y la esperanza de los seres humanos ha comenzado a destruirse, se encuentra amenazada por el olvido, la nada, “la vacuidad”.


La gente ha dejado de escribir y contar historias, ha dejado de crear fantasía, ha permitido que su espíritu poco a poco quede instalado en el vacío.

 

Afortunadamente logré localizar esas películas que ocupan un lugar tan especial en mis recuerdos infantiles: “La historia sin fin I y II”. Volví a ellas por ocio y casualidad, pero me han dejado una lección muy grande.

 

La historia sin fin me asaltó hace poco el corazón por la idea de haber dejado que mi paso por la vida se lo estuviese tragando “la nada”, no había tomado fotos, no había escrito nada.

 

Tengo muy presente que de algún modo he sido siempre un solitario en el sentido de vivir ensimismado, cultivando cosas para mí en ese mundo propio tan mágico y fantasioso como escabroso y lleno de tinieblas. Un mundo que estaba pidiendo a gritos desahogarse y que solo encontró la oportunidad de hacerlo discretamente en este espacio tan pequeño.


Es maravilloso crear, oponerse a que toda la vida sea resumida en un párrafo. Y sé que aunque me cueste trabajo escribir directamente sobre mí, los valientes que se atrevan a conocerme por las pendejadas que escribo acabarán entendiéndome.


Como en una historia sin fin, deseo seguir aquí el día en que me largue de todo, espero que esta tierra siga habitada…engendrando dudas y quimeras en quien se le asome, poniendo pieza por pieza y día con día un fragmento más de una vida después de esta, porque la eternidad no es otra cosa que resistirse al olvido y evitar que cada día se parezca al anterior.


PD. Por cierto, el otro día una amiga me preguntaba si mi novia conoce mi blog…y le dije “no”.

2 comentarios:

JACQUEL (antes wrutuu88uu) dijo...

A mi me ha gustado más conocerte por lo que dices, haces... ahora por lo que escribes y dejas entrever en líneas... Te mando un besote.

** Por cierto, me he vuelto fansss de las historias de un párrafo, jeje.

Monica dijo...

Me encantó, como los perfums,te retrotrae al pasado, volví a mi adolescencia al leer, que emoción.